sábado, 12 de septiembre de 2009

Capitulo III

3.- NOSOTRAS

Y yo apretaba fuerte la almohada para no matarla, porque no guardaba culpa entre tantos castigos.

Me dijo que hacía una semana que me estaba tratando de encontrar, pero nosotras no queremos escucharlo más. Estamos cansadas de su ausencia y sus mentiras. Le pregunté qué quería, para qué me estaba llamando y él solo me dijo:

-Quiero saber como estás Elsa, yo no estoy bien.

A nosotras no nos interesa, no queremos nada de vos, nos abandonaste, y él siempre huye, y me dice que ya lo hablamos, pero mi beba no habla, y no le puede explicar que a la noche dormimos solas y la leche con la que extiendo sus días tiene el gusto de sus fracasos y su cobardía. Pero ella es tan buena que no llora y arrullada en mi cama duerme por las tardes y las noches quieta sobre mi pecho arrugado.

-Elsa el otro día vi algo terrible, mataron a dos chicas, frente a mi cara. No las conocía pero estoy extrañado, no sé que hacer.

-Celedonio te odio, nosotras también estamos muertas para vos.

Ella es tan chiquita, tiene los ojos de su papá y la boca de mi madre, y siento tantas ganas de apretarla, de que me escuche cuando le canto al oído:

Tú no puedes volver atrás

Porque la vida ya te empuja

Como un aullido interminable, interminable

Te sentirás acorralada

Te sentirás perdida o sola

Tal vez querrás no haber nacido, haber nacido...

Pero tú siempre acuérdate de lo que un día yo escribí pensando en ti, como Ahora pienso

La vida es bella ya verás

Como a pesar de los pesares

Tendrás amigos, tendrás amor, tendrás amigos...

Aún cuando mancho sus mejillitas con lágrimas parece ser que el solcito se empañara a través de ella y nunca puedo terminar su canción, porque me duele, porque lo quise más que a mí, más que a mi padre.

- ¡Elsa por favor! Basta con eso. ¿Cómo estuviste estos días?

- Callate, ella no te quiere ver más.

Y le corté porque tiene hambre, hoy está triste, lo extraña porque le mostré las fotos de cuando ella todavía no estaba y nos amábamos tanto. Voy a prepararle la comidita que tanto le gusta, y después vamos a acostarnos juntas, bajo la ventana.

-Te quiero solcito, sos tan linda, sos preciosa, dormite que yo estoy con vos, yo te cuido de la noche y mis sueños, nadie te va a lastimar, nada, dormite... dormite mi bebita... mi...

No hay comentarios:

Publicar un comentario